Recortes sanitarios y cirugía maxilofacial
El 10% de reduccion presupuestario diatado por la administración catalana comienza a hacer mella en cada uno de los departamentos. Así la Conselleria de Salut está permanentemente en los medios debido a la repercusión que tiene sobre los usuarios de la sanidad el recorte presupuestario. Curiosamente son los propios profesionales del sector quienes están saliendo a la calle para protestar por los cambios.
En el hospital Vall d´Hebron de Barcelona, se avecina un verano complicado
: disminución de fondos de investigación, disminución del personal eventual, supresión de nuevas contrataciones, sustitución de solamente el 50% de las jubilaciones, y no contratación de personal de vacaciones. Todos estos recortes afectan aparentemente solamente al personal sanitario, pero tendrá una repercusión directa sobre la atención al paciente. Por ejemplo en julio agosto y setiembre se cierran el 40% de las camas disponibles y se reducirá la actividad quirúrgica de las tardes. La intención es disminuir unas 2500 intervenciones por año.
¿Y la cirugía oral y maxilofacial?. Nuestra especialidad, ya maltrecha en Cataluña, puede quedar definitivamente «tocada» por los recortes. Solamente dos servicios con docencia en toda la comunidad, incertidumbre ante el futuro de Vall d’Hebron, ausencia de servicio en Sant Pau, infradotación en Hospital del Mar, Lleida y Girona, falta de interés por la docencia en Tarragona. Con solamente un hospital en todo el territorio que cubra las urgencia 24 horas (HU Vall d’Hebron) se pretende además «racionalizar las guardias», juntando ORL, cirugía plástica y cirugía maxilofacial. Me pregunto yo que hará un ORL ante una fractura de mandíbula, un maxilofacial ante un gran quemado, o un cirujano plástico ante un vértigo severo….Se trata no solo de atender al paciente, sino de atenderlo bien. La reducción de quirófano se notará en las listas de espera de cirugía oral, y la supresión de programas especiales puede afectar al tratamiento de los pacientes con cáncer oral. El recorte de recursos afectará a los proveedores: ¿ se optará por el producto más barato en detrimento de la calidad y servicio?.
No hay duda de que la sanidad pública precisa de una gestión racional para que sea sostenible en su modelo actual. El primer paso, debería ser ceder la responsabilidad a directivos profesionales conocedores del sector. Lo que a mí me parece obvio , no debe serlo tanto si observamos con detenimiento los «méritos» que aportan algunos de los gestores de los hospitales públicos catalanes.
