Toxina botulínica
¿Qué es y para qué sirve la toxina botulínica?
Comúnmente denominada Botox®, la toxina botulínica de tipo A es una neurotoxina producida por el Clostridium botulinum (causante del botulismo) cuya aplicación diluida y controlada sobre la musculatura permite relajarla. De esta forma se logra mitigar los signos del envejecimiento producidos por la contracción de la musculatura facial, que se manifiestan mediante las arrugas de expresión.
La administración de toxina botulínica está indicada tanto en hombres como en mujeres que quieran corregir o prevenir la aparición de las arrugas de expresión. Su uso a partir de los 25 años permite retrasar la aparición de arrugas. Sin embargo, pasados los 45 años suele ser recomendable complementar el tratamiento con la aplicación de materiales de relleno de tipo ácido hialurónico, lográndose así un efecto sinérgico.
Sus indicaciones más habituales son las patas de gallo y las arrugas del entrecejo, logrando de esta forma suavizar la expresión facial y ofrecer un aspecto más joven y relajado. Sin embargo, la toxina botulínica también es eficaz contra las arrugas nasales (bunny lines), las bandas cervicales (bandas platismales) y los pliegues frontales. Además se puede utilizar como complemento para lograr una elevación de la punta nasal y de la cola de la ceja, lográndose excelente resultados con técnicas mínimamente invasivas.
En el mercado existen tres tipos fundamentales de toxina botulínica de tipo A para uso estético: Vistabel®, Azzalure® y Bocouture®. Consúltenos para saber cuál de ellas se adapta mejor a sus necesidades.
¿Cómo se administra?
La administración de toxina botulínica se realiza mediante pequeños micropinchazos para depositar la sustancia activa entre las fibras musculares, principal diana del tratamiento. El tratamiento dura entre 15 y 20 minutos y no es apenas doloroso. Para su mayor comodidad se puede aplicar pomada anestésica en la región a tratar.
La aplicación de toxina requiere de un profundo conocimiento de la anatomía facial y de la técnica para lograr resultados naturales. Confíe su tratamiento a un cirujano maxilofacial para contar con las máximas garantías de calidad.
¿Cuánto dura su efecto?
El efecto de la toxina botulínica no es permanente. La duración de su efecto es variable, y depende principalmente de la movilidad de la musculatura tratada. De forma genérica el efecto se mantiene estable durante unos 5 meses, aunque en pacientes hipercinéticos (con gran expresividad facial) puede durar menos.
¿Existen contraindicaciones para su uso?
Dado su efecto sobre la contracción muscular, está contraindicada en pacientes con trastornos de musculares como la miastenia gravis y el síndrome de Eaton Lambert. Tampoco se recomienda su uso en mujeres embarazadas o en período de lactancia.
A diferencia de otras sustancias, no es necesario realizar test de alergia previo al tratamiento, siendo un producto escasamente inmunogénico y de elevada pureza.
Antes de realizarse el tratamiento
En una primera visita, su cirujano realizará un estudio completo y le explicará el procedimiento y los beneficios esperables en su caso particular.
Antes del tratamiento se recomienda evitar la toma de fármacos con efecto antiagregante (Aspirina®, Adiro®, Plavix®), anticoagulantes (Sintrom®) o antiinflamatorios no esteroideos (Ibuprofeno, Naproxeno…).
Después de realizarse el tratamiento
El tratamiento con toxina botulínica permite la reincorporación inmediata a la vida normal, aunque se recomienda evitar realizar ejercicio o baños de vapor durante las primeras 24 horas. Es importante también evitar acostarse o frotarse la zona tratada inmediatamente tras la sesión, para evitar la difusión de la toxina y la aparición de efectos secundarios.
No obstante, es posible que aparezcan pequeños hematomas en las zonas de punción, que se pueden camuflar con maquillaje y se resuelven espontáneamente en pocos días.
El efecto de la toxina se empieza a manifestar a partir de los 7 días. Además, para lograr una mayor captación por parte de la región diana se recomienda realizar ejercicios con la musculatura tratada durante los primeros 7 días.
Su cirujano le citará en el plazo de 10 días para el primer control, siendo habitualmente suficiente una única sesión para lograr el efecto deseado.