Implantes sin injertos (1)

Son muchos los pacientes que a consecuencia de la pérdida de los dientes, sufren un atrofia progesiva de los huesos maxilares. Esa atrofia tiene varias consecuencias. Una de ellas estética, con un cambio de perfil característico, que se denomina «perfil de bruja». Otra de ellas es la dificultad para instalar implantes dentales que permitan la sujección de una prótesis dental con seguridad.

Hace ya años que los cirujanos maxilofaciales utilizamos de forma habitual  injertos para mejorar el lecho óseo donde instalar implantes dentales. Estas técnicas reconstructivas  son seguras y fiables. No obstante, algunas personas pueden no desear pasar por intervenciones de este tipo. ¿debemos descartarlos como pacientes? NO. Disponemos de otras opciones que nos permiten rehabilitar la dentición sin tener que recurrrir a injertos de propio paciente o al uso de biomateriales.

La más sencilla es el empleo de implantes cortos. Las diferentes casas comerciales que distribuyen implantes disponen de fijaciones cuya longitud oscila entre 5 y 20 mms. La convención es considerar que los implantes de menos de 10mms son implantes cortos. al principio de la implantología, cuando se utilizaban implantes mecanizados (in ningún tratamiento en la superficie del titanio), estos implantes tenían un mayor índice de fracaso. En la actualidad la situación ha cambiado: los tratamientos de superficie, (incluyendo el sinterizado),  el manejo indiviudalizado de la secuencia de fresado, y la experiencia del cirujano son factores que han mejorado la supervivencia del implante corto, convirtiéndolo en una alternativa fiable a procedimientos como la elevación de seno.