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¿Conservar o no conservar? el cáncer de lengua, los cocineros y el heavy metal

En este mismo blog comenté hace unos días el caso de Bruce Dickinson el cantante de Iron Maiden, diagnosticado y presuntamente curado de un cáncer de lengua. También aprevechando  mi visita a su restaurante, habiamos comentado con anterioridad el caso de Grant Achatz, cocinero superestrella de Chicago, propietario de Alinea (uno de los top 10 restaurantes del mundo) y de Next.

el cancer de lengua de grant achatzAmbos fueron diagnosticados de cáncer de lengua, y aparentemente en ambos casos fueron tratados sin cirugía sobre el tumor primario, y con combinaciones diversas de radio y quimioterapia.

En el cáncer de cabeza y cuello, el tratamiento conservador con preservación de órganos es una opción que algunos profesionales y muchos pacientes se plantean de forma seria. La conservación del órgano y, sobre todo, de su función, tiene sus fundamentos en la interactividad social de los pacientes. En la cavidad oral estas estructuras intervienen en funciones básicas como tragar, hablar y en el aspecto estético con el que nos enfrentamos a los demás. El enfoque conservador se plantea en todo el arsenal de tratamiento aplicable: la cirugía será lo más conservadora posible cuando la intervención sea fundamental para tratar el tumor. La radio y quimioterapia serán también lo más conservadoras posibles.

El tratamiento conservador (minimamente invasivo no es un término de uso habitual en oncología, corresponde más a otros procedimientos electivos) del cáncer de cabeza y cuello combina no sólo la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia sino también otras sustancias que disminuyen la toxicidad de los mismos. En general en los tumores en estadíos iniciales, las tasas de curación son elevadas y comparables indepedientemente de la técnica (cirugía o radioterapia) que se utilice. La gran ventaja de la irradiación es que preserva el órgano.

En los estadíos tardíos, para la preservación del órgano se inicia el tratamiento con una combinación de radioterapia y quimioterapia. Si la respuesta es insuficiente se recurre a la cirugía bien en una fase intermedia, bien tras aplicar el régimen completo (cirugía de rescate).

Los oncólogos disponen de varias modalidades de tratamiento, aunque las dos fundamentales serían la quimioterapia de inducción, y la radioquimioterapia concurrente.

cáncer de borde lateral de lenguaYo soy cirujano oral y maxilofacial, y en consecuencia por mi formación tiendo a considerar que la intervención es la mejor opción.  Durante la cirugía el tumor y un margen de tejido sano se extirpan para disminuir la posibilidad de que queden células cancerosas. El tumor puede extirparse por la boca o a través de una incisión en el cuello. Es posible que también deba practicarse una hemimandibulectomía o una mandibulotomía , que consiste en la resección del hueso de la mandíbula para obtener acceso al tumor.

Es comprensible que las dos personas que hemos comentado en este blog, ante las diferentes alternativas de tratamiento que se les ofrecen hayan optado por la preservación de órganos. La cirugía en ambos casos, les salvaría la vida, pero con toda seguridad les impediría seguir adelante con la actividad en la que se habían consagrado en sus respectivas carreras. No obstante la preservación de órganos no está exenta de complicaciones y de efectos secundarios que pueden afectar inicial e inclsuo definitivamente  también a la función del órgano, en ese caso la lengua.

El caso de Achatz es un caso peculiar. Con una carrera profesional rapidísima: formado en el Culinary Institute of America (la otra CIA), alumno aventajado de Thomas Keller y seguidor de la cocina molecular de Ferrán Adriá. vio como su carrera se veía interrumpida bruscamente. Con dolor e inflamación en la lengua las dos primeras personas que le vieron (dos dentistas) le dijeron que los síntomas que tenía eran debidos al estrés, y uno de ellos le trató con una férula de descarga. Otro le envió a un periodoncista a pesar de que el cocinero apenas podía hablar y había perdido peso. Cuando finalmente un cirujano oral y maxilofacial le practicó la biopsia definitiva, el diagnóstico fue de un cáncer de lengua en Estadío 4b. Curiosamente Achatz ni fumaba ni bebía, los dos principales factores de riesgo para la aparición del cáncer en la mucosa de la boca. La supervivencia en este estadío a los 3 años son del 30%

Cuando fue al oncólogo le informó de que se trataba de una enfermedad avanzada y de que necesitaría cirugía. Cuando supo que la cirugía consisitiría en una glosectomía que supondría el 75% de la pérdida del volumen de la lengua. su respuestas fue «éso no va a suceder». Consultó también con los cirujanos del Memorial Sloan Kettering de Nueva York (uno de los centros punteros en el manejo del cáncer) y le confirmaron el plan de tratamiento, explicándole las más que probables secuelas de dificultades en el habla y en la deglución.

Finalmente en Chicago, contactó con un grupo de investigadores que le propusieron un tratamiento de quimioterapia intensiva asociada con quimio-radioterapia. En su libro explica como a las 4 semanas de tratamiento había perdido totalmente el sentido del gusto, y como tragar era una tortura por la sensación de quemadura que tenía en su garganta. También padeció una severa afectación de la piel de la zona y de los labios. Al acabar el tratamiento pasó por el quirófano pero solamente se le trató el cuello con un vaciamiento ganglionar cervical. También se le realizó una biopsia de su lengua  que mostró que estaba libre de enfermedad.

El gusto volvió lentamente, casi un año después y progresivamente: inicialmente comenzó a notar el dulce y después el amargo.

Todo esto sucedió en 2007, hace ya 8 años. En este caso si que podemos ser optimistas con el pronóstico de Grant Achatz.

Con Dickinson debemos esperar, y de hecho Iron Maiden han interrumpido sus actividades y giras de 2015 hasta que el cantante esté en plena forma. Seamos cautos porque los regímenes de quimioradiación conservarán el órgano pero con unos niveles limitados de función, que se pueden acompañar de alteraciones como dificultades para ser comprendido, poca calidad de la voz o necesidad de hacer esfuerzos para poder hablar. Dado que los grupos de heavy metal no se caracterizan por cantar entre susurros, probablemente debemos esperar bastante tiempo para volver a escuchar a los Iron Maiden como en sus mejores tiempos.

Algo que aprender del caso del cocinero de Chicago: los meses perdidos entre las consultas a unos profesionales no cualificados y el diagnóstico definitivo pudo resultar fatal para el pronóstico del caso. Si tiene dudas sobre alguna lesión en su boca , no dude en consultarnos en Maxiloquiron.


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