Botox en pacientes apretadores (bruxistas)
El bruxismo tiene una muy alta incidencia entre nuestra población y tiene una íntima relación con el estrés.
La causa del bruxismo suele ser multifactorial y su tratamiento no tiene porque limitarse al uso de una férula de descarga. Una de las mejores opciones especialmente en pacientes que no responden o responden parcialmente al uso de una férula de descarga es el tratamiento con toxina botulínica, conocida comercialmente como BOTOX.
Sabemos que la aplicación de BOTOX en los músculos de la masticación es una técnica magnífica para atacar el hábito de apretar los dientes. La toxina botulínica bloquea las señales nerviosas que producen la contracción de los músculos, lo que produce una relajación muscular local. Se rebaja la fuerza muscular, eliminado el el dolor de cabeza y preauricular.
Este tratamiento debe repetirse periodicamente cada 6 meses. Actúa directamente sobre los músculos responsables (temporal y masetero), y permite obviar el uso de relajantes musculares, que en muchos casos se acompañan de somnolencia e inestabilidad.
Si tiene bruxismo y quiere buscar otras opciones de tratamiento más allá de la férula, consúltenos
